Anomalisa es una película anómala, pero no es mala. Es más, la crítica la pone por las nubes.
Ficha de la película:
Anomalisa. EEUU. 90 min.
Dir: Duke Johnson y Charlie Kaufman.
Guion: Charlie Kaufman
Con: David Thewlis, Jennifer Jason Leigh, Tom Noonan.
Género: drama animado (pero ojo, porque la peli es de “muñecos”)
Estreno en España: 19 de febrero (vista el 16 de marzo)
La opinión de Juan:
Película de animación. Me pregunto, ¿quién la recomendó, de dónde surgió la idea? No apta para mi depauperada sensibilidad.
La opinión de Rocío:
En mi humilde opinión, han perdido la oportunidad de hacer un mediometraje impresionante sobre el hastío de la crisis de cuarentón, en el que la alucinante versión de la genialmente elegida, “Girls just wanna had fun” de Cindy Lauper y ese polvo gomoso con barriguitas, hubiesen pasado al Olimpo animado, pero quieren ir más allá y contarnos una película de humanos con su metraje reglamentado, transmitiéndonos efectivamente el aburrimiento mortal que sufre el antipático protagonista. Atrás quedan las vainas de mi adorada La invasión de los ultra cuerpos que uniformaban de anodina felicidad una vida sin problemas.
Y mira que estaba bien pespuntada: Con sorna nos presenta a un deprimido escritor de libros de auto ayuda en viaje de trabajo para presentar su libro en una anodina Cincinnati. El proyecto de madurito, hastiado de su vulgar y aburrida vida, piensa en echar una canita al aire en esa noche tonta para sacudirse la caspa que nubla su oído. Los vapores de los whiskies sin cena le llevaran a escuchar cantos de sirena en la voz de la cándida Anomalisa, quien adoraradora-lectora de sus libros, se transforma en su heroína (la versión de la canción la podéis escuchar en youtube), frente a “los otros”, esas uniformes voces masculinas.
El “en-sho-shao-de-ti”, como tantos, tras el paso de los efluvios del alcohol, no aguanta el desayuno (tiene gracia, a mi me pasa algo parecido, el tapizado oído tras el sueño te hace hipersensible en esas horas al deglutir de algunos) y el rechinar del tenedor sobre los dientes enerva al “exquisito” comensal, rompiendo el hechizo de la bruja del mar. Vamos que para contarnos que se acostó con Scarlett y se levantó con Maria Luisa no hacía falta hora y media, pudiéndose haber ahorrado el sueño del call-center y la relación con su familia en la vuelta al hogar que ya estaba perfectamente descrita en esa desapegada llamada llena de naderías desde el hotel: “llegué, estoy bien, el hotel es bonito”.
Prescripción facultativa, la de todo hijo de vecino: Un poco de deporte que nivela los niveles de serotonina en sangre y una peli de Woody Allen de vez en cuando, como recomienda uno de los voyeros a los potenciales suicidas.
Voyeritos: 3.5 (sobre seis; porque no te deja indiferente, aunque merecería más porque describe perfectamente el estado alterado de tontuna que nubla nuestros sentidos y nos lleva a idealizar al amado cuando sentimos mariposas en el estomago)
La opinión de Javier:
Esta es una película de animación en stop-motion a lo «Thunderbirds», es decir con muñecos articulados, foto a foto, aunque su posproduccion digital parece generosa. Quizá me equivoque. Aún así, le he visto transmitir más sentimientos a estos muñequitos que a algún actor profesional. Ese es uno de sus logros.
Charlie Kaufman es uno de esos «genios» que, dentro de un orden, hace cosas que se salen de la norma. Y ese «riesgo» hay que aplaudirlo de antemano, aunque su cine no resulte siempre fácil de digerir. En este caso, la trama es absolutamente intrascendente, quizá como parte de esa pose de «mira qué coñazo de historia te estoy contando, pero qué original soy contándotela». Y uno se pregunta, ¿no hubiese sido mejor contar una buena historia de una forma muy original? Ejem.
Esta Anomalisa se me queda en un curioso (y presuntuoso) ejercicio de estilo. Sí, la peli tiene detalles brillantes (lo de la voz de los personajes, por ejemplo), y una escena de «10»: el polvo entre muñecos; pero la película, globalmente, se me hizo leeeenta, tediosa y repetitiva. Me pasó lo mismo con otro guión de Kaufman, Olvídate de mí (que sí cuenta una buena historia): una idea «tan» original y «tan» creativa y «tan» brillante, reiterada tantas veces, en tan poco tiempo, consigue el efecto contrario: me aburre. Me jode que me expliquen lo obvio.
Voyeritos: 2 (sobre 6) No le doy más no porque no se lo merezca, sino por plasta.
Ficha de sala:
Cines Princesa. 16 de marzo, miércoles. Sesión de ocho. Día del espectador. Esta vez no nos pillaban y las habíamos comprado por internet. Sala pequeña (llena) con pantalla acorde.
Ficha gastronómica:
Caña previa: El portón de la princesa. No muy recomendable. Aunque las croquetas estaban ricas las cañas las sirven en vaso euskaldún con radio atronadora que no escucha nadie. Qué difícil es la Plaza de los cubos…
Cena en El apartamento del cinco. Curiosamente como es tan “cuqui” estaba lleno sólo de mujeres parloteando vivamente, lo cual tenía su gracia después de ver una película sólo de hombres. Riquísimo el rabo de toro sobra cama de patatas panaderas. Salmorejo sólo correcto y croquetas del montón. Todos podemos tener un mal día.
Los voyeros 
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